Unas de mis maneras favoritas de orar es a través de la meditación ignaciana. El método de San Ignacio es muy fácil. Simplemente consiste en pedirle al Espíritu Santo que te ayude a entrar en la historia. Con el Espíritu Santo, podemos abrir nuestra mente y corazón e imaginarnos como personajes en la historia. Después reflexionamos sobre qué nos llamó la atención, qué nos dice Jesús o qué le decimos a Él. (Puedes leer más sobre la meditación ignaciana aquí.)
Cuando entro en oración con el Evangelio de hoy, veo a Jesús, retirado, rezando en un monte. Sé que apenas está empezando su apostolado pero cada decisión que toma es fruto de su oración- una oración llena de amor y confianza en el Padre (Lucas 6, 12). Me doy cuenta de que después de orar, está lleno de paz y confianza. Él sabe que no está solo. Cada paso que toma lo hace con su buen Padre que nunca lo deja fuera de su alcance.
Cuando reflexiono me pregunto, “¿Yo hago esto? ¿Cada decisión que tomo viene de mi oración? ¿Confío que en mis oraciones el Señor me está llevando a la decisión correcta?” La verdad es que no siempre. Muchas veces estoy más preocupada por la logística y probabilidades en vez del poder y las infinitas posibilidades de Dios. Cuando le damos permiso a Él y a nuestros corazones para descansar en Su plan, nuestras decisiones siempre traerán fruto abundante.
La aclamación antes del Evangelio nos recuerda, “Yo los he elegido del mundo, dice el Señor, para que vayan y den fruto y su fruto permanezca.” (Juan 15, 16) Hermanas, nosotras somos las que tenemos que encontrarnos con Él en oración y dejar que nos guíe en nuestras decisiones. El Dios de los milagros ve más allá de nuestras circunstancias y planes. Dejemos nuestro afán y preocupaciones al pie de la cruz y dejémonos llevar por Su infinito amor.
San Ignacio, ruega por nosotras.
// Joanna nació en Venezuela y se crió en Miami donde aprendió a hablar “fluent Spanglish”. Conoció a sus dos mejores amigas, Santa Teresita de Jesús y Santa Faustina, durante una misión en Haití y desde ese entonces su vida cambió. Próximamente, va a servir como misionera con NET Ireland. Para apoyarla en la misión haz click aquí (https://www.netministries.ie/missionaries/joanna-valencia).