En el corazón de la celebración de la Presentación de Jesús en el templo, quiero recordar a mi abuela. En su juventud, había enfrentado desafíos que solo fortalecieron su conexión con la esperanza. Las arrugas en su rostro cuentan la historia de una vida de altibajos, pero también de una fe que se aferraba a la luz incluso en la oscuridad.
Simeón y Ana, me recuerdan a ella: siendo portadores de sabiduría y testigos de la presencia divina en lo ordinario. Su hogar no era un templo, pero sí un refugio donde el amor y la compasión fluían de manera natural. A través de pequeños gestos, ella se ponía al servicio del misterio divino, compartiendo su luz con quienes la rodeaban.
La figura de Ana resuena en un mundo que menosprecia la vejez. Su sabiduría y reconocimiento como profetisa destacan el valor de una vida plena de experiencia y amor por Cristo. Simeón, era un hombre que sabía vivir la vida en el Espíritu: se deja llenar por Dios, deja que Dios le conduzca y está a la escucha.
Simeón y Ana, dedicados a Dios, recibieron la recompensa de tener a Cristo en sus brazos. Juan Pablo II nos invita a ver en ellos la misión cristiana: dedicación a Dios, espera confiada de Cristo y anuncio gozoso de Su grandeza. La presentación de Jesús es otra manifestación de Su luz y salvación.
¿Cómo podemos, al igual que Simeón y Ana, reconocer la presencia divina en las pequeñas cosas y compartirla con quienes nos rodean? La clave está en ser testigos, no protagonistas. En este día tan especial, encontramos un llamado a vivir en dependencia, confianza y gozo, siendo testigos del amor divino.
// Elisa Gómez es una joven mitad española y mitad portuguesa que ha sido transformada por el amor. Es la mayor de 5 hermanos y está estudiando Derecho y Relaciones Internacionales. Tiene una gran pasión de ayudar a los demás y dedica gran parte de su tiempo al voluntariado. Es co-fundadora de una ONG que defiende y promueve los derechos de los niños, actualmente en un colegio en la India. Al igual que “el amor le explicó todo”, quiere llevar ese amor a todos los que le rodean.