¡Últimamente veo a Santa Gertrudis la Grande por todas partes! Antes de unirme a un grupo de escritores bajo su patrocinio, nunca había escuchado su historia. Pero el verano pasado vi una ventana con su imagen en la catedral de St. Paul, Minnesota. Y más recientemente, su historia apareció en un libro que estaba leyendo. Y ahora me han asignado escribir este devocional en el día de su fiesta.
Estos incidentes se combinan para convencerme de que Santa Gertrudis se está acercando a mí –a nosotras– en amistad.
Erudita, mística y abadesa, su conocimiento y sus oraciones hábilmente escritas influyeron en San Felipe Neri y San Francisco de Sales. También el consejero espiritual de Santa Teresa Ávila le recomendó sus escritos.
Permítanme compartir con ustedes una de mis citas favoritas de sus escritos: “¡Suaviza mi dura obstinación, que el tiempo ha endurecido tanto!” Me gusta esta cita porque muestra que Santa Gertrudis comprende nuestras luchas humanas para superar nuestras fallas más obstinadas.
Sin duda, nuestra santa de hoy comprendió también que el reino de Dios, como nos recuerda el Evangelio de hoy, no debe buscarse "en alguna parte", sino vivirse aquí y ahora, en el tiempo y en el lugar en el que nos encontramos ahora. Ella amaba especialmente a las almas del purgatorio como parte del Reino de Dios y oraba por ellas con frecuencia.
Querida hermana, te animo a rezar conmigo ahora por amigos o familiares que han fallecido:
Padre Eterno, te ofrezco la Preciosísima Sangre de Tu Divino Hijo, Jesús, en unión con las misas celebradas hoy en todo el mundo, por todas las almas santas del purgatorio, por los pecadores de todas partes, por los pecadores de la iglesia universal, los de mi propia casa y dentro de mi familia. Amén.
Lani Bogart escribe desde Houston, TX, donde su esposo, sus cuatro hijos e hijas mayores y sus nueve nietos la aman tiernamente. Le encanta preparar buena comida, tocar las cuerdas del arpa.Ella prefiere sus flores frescas y sus velas con llamas vivas.