En momentos cuando la vida parece una tempestad de diluvio de problemas, tenemos la oportunidad de responder con fe o con miedo. En las escrituras de hoy, vemos como Lot y los discípulos responden con inseguridad y poca fe durante tales momentos en sus vidas.
Los discípulos, al ver llegar las olas grandes del mar que golpean su barca, van a Jesús quien está dormido, y motivados por miedo lo despiertan pidiéndole que los salve. Jesús al ser despertado y al calmar la tempestad les dice, “¿Por qué tienen miedo, hombres de poca fe?”
De su parte, Lot está en una situación difícil ya que Sodom, la ciudad donde vive, va a ser destruida por dos ángeles mandados por Dios porque está llena de maldad. Los mismos ángeles también están allí para guiar a Lot fuera de esa ciudad. Pero aun con los ángeles dirigiéndolo, Lot no puede decidir si dejar o no ese lugar. Al final los ángeles lo tienen que tomar de la mano para sacarlo de allí a él y a su familia.
Fácilmente puedo entrar en estas dos historias. Más de una vez yo he sido como Lot y como los discípulos y, por miedo e inseguridad de lo que pasará con mi vida, actúo con poca fe. Como este mes en el cual han ocurrido tantos cambios dentro de mi diócesis y en mi trabajo, la verdad he tenido momentos de poca fe. El miedo y la inseguridad de no saber cómo todo se solucionará me abruman. Entiendo a Lot y entiendo a los discípulos pero, más que eso, veo lo que por medio de estas historias Dios quiere enseñarme.
En ellas, Dios me enseña cuatro pasos que puedo tomar en momentos como estos:
- Confiar en la presencia de Dios. Dios está conmigo y lo puedo invitar a actuar y a guiarme en estos momentos.
- Dejarme guiar por el Espíritu Santo. Como a Lot, Dios me manda no solamente a mi ángel guardián sino también al Espíritu Santo para intervenir, guiar, inspirar, y abogar por mi.
- Ir a los pies de Jesús. Es allí en el Santísimo donde Él me espera y donde puedo descansar mi cuerpo, mi alma, mi mente, y todo mi ser.
- Rendirle todo a Jesús. El ir a sus pies es un paso y rendirle todo lo que está en mi corazón es el siguiente paso. Jesús quiere todo mi yugo para darme el de Él, que es más ligero que el mío.
Hermana, ¿qué tormenta tienes que rendir a los pies de nuestro Señor?
Te invito a que en esta semana tomes tiempo de ir al Santísimo y rendirle todo lo que pesa en tu corazón. Él te ama y quiere acompañarte en la tempestad. No tengas miedo y ten fe en Él.
Claudia Rodriguez vive en Arizona trabajando como maestra en una escuela Católica. En su tiempo libre la pueden encontrar en casa cocinando, escuchando libros de audio, o bailando en la cocina. Le encanta juntarse con sus amistades, jugar juegos, escribir, y escuchar música a todo volumen. Tiene pasión por las escrituras y el ministerio de oración y sanación. Dios es su fortaleza y sostén y la pueden encontrar en el santísimo en tiempo de gozo o de sufrimiento.
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