Después de más de 26 años de servicio en una diócesis, mi esposo y yo estamos comenzando de nuevo en un lugar donde las únicas personas que bien conocemos son miembros de nuestra propia familia.
Estoy tentada a ver los cambios como una gran pérdida, como si todo lo que construimos en nuestra vida anterior fuera en vano. Pero las palabras de Jesús en el evangelio de hoy revelan el corazón del Padre. “No crean que he venido a abolir la ley o los profetas; no he venido a abolirlos, sino a darles plenitud.”
Vemos en estas palabras que Dios nuestro Padre no destruye lo anterior, sino que lo lleva a su cumplimiento.
En Cristo podemos estar seguras de que nuestras experiencias previas no se desperdiciarán, sino que Él las usará para construir lo que viene después.
Hermanas, cuando seguimos a Jesús podemos confiar en el corazón paterno de Dios. Él no pondrá fin a todo lo bueno que vino antes, pero hará que sea aún más lo que siempre estuvo destinado a ser.
Lani Bogart aprendió por primera vez sobre el catolicismo mientras servía con su familia en Guatemala como misionera evangélica (1990 - 1996). Recientemente se mudó con su esposo diácono a Houston, TX. Allí,está rodeada por sus hijos adultos y nueve nietos y encuentra alegría en todas las cosas verdes y florecientes.