"Te seguiré a donde quiera que vayas. “ Jesús le respondió: "Las zorras tienen madrigueras y los pájaros, nidos; pero el Hijo del hombre no tiene en dónde reclinar la cabeza". (Lucas 9, 57-58)
“Los caminos del Señor no son cómodos, pero tampoco hemos sido creados para la comodidad, sino para cosas grandes, para el bien.” (Papa Benedito XVI). Un día me enamoré de Jesus, y todo cambió. No podía pensar en nada más que en Él. Pero sobre todo, en el momento que reemplacé mi vida pasada con lo que Él me ofrecía, me llené de libertad y alegría. Entonces, decidí seguirlo, porque sólo miel y dulzura vendrían de Sus caminos.
Pero qué equivocada estaba. Yo fui esa inocente persona en el Evangelio de hoy diciéndole a Jesús que lo seguiría a dónde fuera. Una joven llena de fulgor lista para darlo todo por Él. Pero me olvidé de escuchar Su respuesta: “Las zorras tienen madrigueras y los pájaros, nidos; pero el Hijo del hombre no tiene en dónde reclinar la cabeza". (Lucas 9, 58)
Seguir a Jesús no se trata de relajarnos y vivir una vida cómoda de cristianos. Él nos advierte que seguirlo nos llevará a un amor radical que nos hará vaciarnos de nosotras mismas. Seguirlo no es un camino cómodo, sino un camino de sacrificio donde Él mismo nos pedirá dar más y más hasta que nos duela.
Qué gracia poder ver todos esos obstáculos de nuestros días como un llamado de Jesús a amarlo más. Que cuando nuestro hijo nos haga una pataleta, en vez de sentir furia vemos a Jesús. Que cuando finalmente nos sentemos a relajarnos y nuestro chiquito venga a interrumpirnos otra vez, en vez de ignorarlo vemos a Jesús. Que podamos ver estos insignificantes llamados al amor como momentos heroicos para seguir a Jesús.
En días como hoy, me siento como un fracaso total porque viví mi día buscando la comodidad. Me olvidé de mi llamado sagrado a la maternidad y al amor. Pero mañana es un nuevo día que Dios me regala para poder intentar seguirlo de nuevo y para regalarme la gracia para hacerlo.
Jesús, te pido por mis hermanas que están cansadas como yo y sentimos que queremos descansar. Por favor abre nuestros ojos para ver Tu rostro en esos momentos que nos pides más cuando nuestro cuerpo sólo desea la comodidad. Danos la fortaleza y las virtudes que necesitamos para seguirte y escuchar estas palabras tan fuertes que nos dices hoy. Cambia nuestro corazón para desear la grandeza del amor en vez de la vacía y atractiva promesa de la comodidad del mundo moderno.
// Natalia DuTeau fue una joven rebelde a quien Jesús conquistó y le cambió la vida. Ahora es una maestra licenciada convertida en mamá “homeschooler” (escuela en casa). Junto a su esposo Americano, intentan criar a sus 4 hijos bilingües y biculturales transmitiendoles la cultura latina viviendo en el norte de GA. Puedes encontrarla hablando en español mientras hace caminatas por el bosque con sus niños, tomando café (después de todo es colombiana), leyéndole a sus pequeños, bailando, o cantando y tocando guitarra.