LECTURAS DE HOY
¿Qué significa ser una sola cosa con tu pareja al casarse?
Cuando empezamos nuestros matrimonios llenos de amor, ilusión, y todas las cosas bonitas, es fácil entregarse a la idea de ser una sola cosa con nuestro esposo. Pero al pasar el tiempo cuando las cosas se ponen difíciles y las responsabilidades incrementan la idea de ser una sola cosa con tu esposo se complica.
Ser esposa es una vocación sobrenatural. Se requiere de 3 para poder ser una sola cosa. El hombre y la mujer son como el agua y el aceite. Si pones las dos sustancias en una botella y la agitas los dos líquidos se convierten en uno solo. Pero al parar de agitar la botella y al pasar un tiempo los dos líquidos se separan. No importa cuánto te esfuerces para agitar la botella los líquidos siempre se seguirán separando. Pero cuando a esa misma botella le añadas un poco de glicerina y la vuelvas a agitar esas tres sustancias se convierten en una sola y nunca más se podrán separar.
El añadir la glicerina es anadir a Dios para que tome parte de nuestro matrimonio. Dios es el único que nos puede convertir en una sola cosa. Yo conozco bien lo que es vivir como el agua y el aceite. Y aunque hice lo imposible por mantener la botella siempre agitada, al pasar el tiempo siempre terminaba separada de mi esposo. La separación no tiene que ser por distancia para sentirse. La separación se siente aunque tu esposo esté al lado tuyo. Ese tipo de separación es devastadora y robadora de vida.
Cuando Dios está en el centro de nuestro matrimonio Él le da nueva vida a todo. Él nos convierte en una sola cosa. Una cosa que le pertenece a Él. Nuestro Padre quien nos da todo y lo puede todo nos da la gracia necesaria para nunca separarnos y siempre permanecer una sola cosa.
// Brenda Pineda reside en el sur de California con sus 3 hijos y su esposo. Es una Health y Life coach certificada. Actualmente por obra del Espíritu Santo trabaja para su Iglesia Parroquial. Sus pasiones incluyen el desarrollo personal y espiritual, la salud holística, y ayudar a los demás a encontrarse con ellos mismos y con Dios. Aparte de pasar tiempo de calidad con su familia (su lenguaje de amor), su pasatiempo favorito es compartir lo que Dios está obrando en la vida con una buena amiga mientras disfrutan una tazita de té.