Hoy celebramos el día de san Lorenzo. Él fue un diácono que amaba a los pobres profundamente, incluso los llamaba un gran tesoro de la Iglesia. Tristemente en el año 258 el imperio romano ordenó matar a todo el clero cristiano. Por esta orden imperial san Lorenzo murió y consecuentemente, se hizo santo.
Es fácil ver la muerte de un buen hombre cristiano como una verdadera tragedia, pero en el evangelio de hoy Jesús nos invita a ver el mundo de una manera nueva. “Pero si muere, producirá mucho fruto” (Juan 12, 24). De una manera misteriosa la muerte de san Lorenzo sirvió para fortalecer la Iglesia y llevar más almas a Cristo. Hoy en día existen docenas de cuadros en los cuales aparece san Lorenzo enseñándonos cómo aceptar la voluntad de Dios con esperanza y alegría. Sin su sacrificio, la Iglesia no tendría este regalo.
Hermanas, el Señor nos puede llamar a cosas muy difíciles, como dar nuestra vida o cosas tan simples como dejar de ver unos shows de Netflix. Nos podemos llenar de orgullo y pensar que estas acciones harán mucha diferencia, pero confía que todos estos sacrificios que Él nos pide son para nuestro bien y justamente lo que necesitamos. Dios no sólo promete fruto, sino mucho fruto.
Ahora te pregunto a ti, amiga: “¿Qué partes de ti tienen que morir para producir mucho fruto? Si sientes el llamado del Espíritu Santo, no esperes más. Sólo entregándonos a Él y dejando que nuestra voluntad propia muera podremos producir fruto que abunde.
// Joanna nació en Venezuela y se crió en Miami donde aprendió a hablar “fluent Spanglish”. Conoció a sus 2dos mejores amigas, Santa Teresita de Jesús y Santa Faustina, durante una misión en Haití y desde ese entonces su vida cambió. Próximamente, va a servir como misionera con NET Ireland. Para apoyarla en la misión haz click aquí (https://www.netministries.ie/missionaries/joanna-valencia).