Las últimas semanas cuando estoy en oración oigo la voz de Dios preguntándome, “¿Crees?”
Es una pregunta que viene de esta temporada en la cual me encuentro en un momento de oscuridad. En la cual el Señor me invita a contemplar mi vocación con la pregunta, “y si no hay una familia al final de esta espera, o si no se cumple mi deseo de querer casarme. ¿Creeré en sus promesas?”
En este momento mi respuesta sólo la puedo encontrar en su palabra.
Yo sé que el Señor es mi luz y mi salvación. No es una verdad que pueda negar. Él es el que me llama y me toma de la mano cuando el dolor de contemplar que no tendré una familia propia puede ser una posibilidad.
Él es el que, cuando mis pensamientos me asaltan como malvados para devorarme con su palabra, me recuerda que no tengo nada que temer. Sólo tengo que sentarme a sus pies y estar con Él. No tengo a ningún otro lado a donde ir mas que al Señor: mi luz y mi salvación. Y por hoy eso es suficiente.
Hermana, te invito que si estás en una temporada de dolor o de oscuridad no te alejes de su luz. Encuéntralo en su palabra y ten confianza en el Señor.
Claudia Rodriguez vive en Tempe Arizona trabajando como maestra de sexto grado. En su tiempo libre la pueden encontrar en casa cocinando, escuchando libros de audio, o bailando en la cocina. También le encanta juntarse con sus amistades, jugar juegos, escribir poesía, y escuchar música a todo volumen. Cuando llueve saca una cobija y se sienta con un poco de té y sus pensamientos. Dios es su fortaleza y sostén y la pueden encontrar en el santísimo en tiempo de gozo o de sufrimiento.