Al leer las escrituras del día de hoy, recuerdo una plática que tuve con un padre hace dos años durante la cuaresma. Esa cuaresma fue una de las más desafiantes que he vivido.
Fue muy desafiante porque no sabía el grado de importancia que ocupaban las cosas que sacrifiqué ese año hasta que hice el propósito de dejar de hacerlas. Estas cosas eran mecanismos de afrontamiento que me estaban haciendo más mal que bien.
El padre Frankie me dijo, “Dios te está llevando a morir a ti misma. No puede haber un domingo de pascua sin un viernes santo.”
Hay cosas que tenemos que vivir y Dios tiene un propósito para ellas. A veces nos cuesta trabajo mantener la paz cuando parece que todo se está derrumbando. Por lo menos, a mí me cuesta mucho. A veces me siento como las olas del mar que están a merced del viento porque vacilo mucho con mis emociones.
Jesús en la cruz, al saber que su sufrimiento tenía un propósito, aceptó todo dolor. Él pudo ver más allá de su dolor porque confiaba en el Padre.
Esta cuaresma también ha sido un poco desafiante para mí porque otra vez el Señor me está llevando a morir a mí misma, específicamente, morir a mis miedos.
Quizás esta cuaresma también sea desafiante para ti, llena de dolor y quizás agotamiento. Sin embargo, recordemos a Jesús, quien sabía que su dolor traería paz.
Hermana, te invito a que pidas la gracia de ver más allá de tu dolor, confiando que el Padre tiene todo el control.
Nuestros ángeles guardianes, rueguen por nosotros.
Dulce Aguirre creció como católica “por cultura” y se encontró, dulcemente, por primera vez cara a cara con el Señor durante un ensayo en el coro de su parroquia a la edad de 14 años. Ha sido la única católica practicante en su familia desde ese tiempo (hasta hace poco). Su modo de oración favorito es cantar y tocar la guitarra. Le encanta caminar en los parques y ver la belleza de la naturaleza, especialmente sentir el aire bajo la sombra de los árboles. Sus santos favoritos son Padre Pio, Santa Faustina, San Rafael Arcangel, Santa Hildegarda de Bingen y San Ignacio de Loyola.