“Vengan a mí todos los que están fatigados y agobiados por la carga, y yo los aliviaré, dice el Señor.” (Mateo 11, 28)
Una, santa, católica, y apostólica. Así es la Iglesia, hermana. Y hoy celebramos en especial la vocación de la Iglesia a ser una: una comunión de santos.
Las palabras de Jesús en el Evangelio de hoy (las bienaventuranzas) recogen las vidas de todos los santos quienes celebramos hoy: en algún momento u otro lloraron, sufrieron, pasaron hambre y sed, o fueron perseguidos por causa de la justicia, muchos hasta entregando su propia vida por amor a Jesús.
¡Así que hoy es motivo de mucha alegría! Jesús ha vencido la muerte y nada nos puede separar de Él. En las vidas de los santos vemos esta realidad de nuestra fe: ahora ellos son dichosos por sus sufrimientos, su pobreza de espíritu, y lo más importante de todo, por su gran amor; ahora de ellos es el Reino de los cielos. Ellos son, como describe San Juan en la primera lectura del Apocalipsis, esa gran muchedumbre de hombres y mujeres de todas naciones, razas, lenguas, y pueblos quienes han pasado por la gran tribulación y quienes han blanqueado su túnica con la sangre del Cordero.
La intercesión de los santos es algo muy poderoso. En momentos muy concretos en mi vida en los que Dios ha derramado Sus gracias de manera sobreabundante confío plenamente que ha sido la Iglesia, en particular mis santos patrones, intercediendo por mí, especialmente cuando no tenía fuerzas.
No estás sola, hermana. Tienes en el cielo a toda una comunión de santas y santos intercediendo por ti. No hay nada que temer, ¡mucho ánimo!
Hoy en esta solemnidad de Todos los Santos te invito a pedir la intercesión de los santos y santas de Dios en todas las áreas de tu vida en las que necesites su cuidado y oración rezando una letanía de los santos que puedes encontrar aquí, añadiendo tus santas y santos patrones.
// Ashleigh Ladner es hermana, amiga, madrina, tía, y profesora de secundaria, y sobre todo, hija amada de Dios. Después de unos años viviendo en España, ha vuelto a sus raíces en New Orleans, Louisiana. Le encanta viajar y conocer lugares nuevos, leer, un buen expreso, y los girasoles, y sus modelos a seguir en la vida incluyen santa María Magdalena, san Ignacio de Loyola, san Juan Evangelista, y santa Teresa de Jesús.