“Llevó entonces el arca al santuario y colgó delante de ella un velo para ocultarla, como el Señor se lo había ordenado”.
Un mes después de casarme mi vida colapsó cuando nació mi hija mayor. De un día para otro perdí mi identidad, mi tiempo, y no tenía ni idea cómo cuidar de esta frágil criatura. Pasaron los años, tuve dos bebés más, las cosas mejoraron y todo se volvió más fácil, pero comencé a vivir la maternidad de una forma superficial.
Al pasar los años, Jesús empezó a desenvolver en mi alma el significado de mi vocación como mujer, esposa y madre. Empecé a preguntarme, ¿Por qué Dios creó hombres y mujeres? ¿Qué significa ser una mujer?
Leyendo sobre esto, descubrí la devoción de usar un velo sobre mi cabeza al estar en la presencia de nuestro señor. Preguntándome sobre mi dignidad decidí intentarlo para ayudarme a reflexionar sobre mi dignidad femenina al rezar. Entonces ahí descubrí este pasaje, donde Dios le pidió a Moisés que le pusiera un velo al arca de la alianza, lo más sagrado que existía en el pueblo Israelita. Entonces de repente entendí como Dios nos ve como sus hijas. Para Él, somos lo más sagrado y hermoso de su creación, y mi alma se inundó de alegría al sentir que él restauraba mi dignidad. Hoy, la verdad de nuestra vocación aún está opaca y nos cuesta ver por qué somos tan importantes para Él. Muchas vivimos con un vacío en el corazón, donde no encontramos cómo realizarnos, no vemos nuestro valor y nos sentimos insuficientes y cansadas.
Hermana, si sientes que tu lugar como mujer no es valioso, espera, deja que Él te muestre lo digna y perfecta que eres. Si te sientes exhausta por las demandas de nuestra sociedad para tu feminidad, para, deja que Su luz ilumine cuales son las cosas importantes. El te creo mujer, femenina y hermosa, con un plan tan profundo y único que ningún hombre puede realizar porque necesita tu esencia. Eres tan valiosa e irremplazable para traer la presencia de Dios de una forma diferente a nuestro mundo necesitado. Hoy le pido a Dios que te deje descansar en su presencia, que silencie todo el sonido de la vida rápida de nuestra sociedad y te deje paralizada en admiración al descubrir la dignidad y belleza de tu genio femenino, esa hermosa mujer que Él creó, más valiosa que un diamante.
// Natalia DuTeau fue una joven rebelde a quien Jesús conquistó y le cambió la vida. Ahora es una maestra licenciada convertida en mamá “homeschooler” (escuela en casa). Junto a su esposo Americano, intentan criar a sus 4 hijos bilingües y biculturales transmitiendoles la cultura latina viviendo en el norte de GA. Puedes encontrarla hablando en español mientras hace caminatas por el bosque con sus niños, tomando café (después de todo es colombiana), leyéndole a sus pequeños, bailando, o cantando y tocando guitarra.