“Cantemos al Señor un canto nuevo.” - Psalm 96, 1
Jesús, el Hijo de Dios,
me das alegria,
me das paz, me das amor,
me das todo lo que mi corazón desea.
Te amo, Te alabo,
Te doy mi vida.
Recientemente encontré la letra de arriba, la primera canción que compuse y se la canté a Jesús. Aunque han pasado más de cincuenta años, todavía recuerdo la sencilla melodía. A los catorce años era mi "nueva canción". Y debido a que fue escrita con todo el amor de mi corazón, no ha perdido su potencia de suscitar en mí corazón un "nuevo" amor por mi Señor.
Hermana, cuando el canto de nuestro corazón brota del amor, siempre es un canto nuevo.
Cuando el salmista nos invita a cantar un cántico nuevo al Señor, nos está animando a mantener encendido el fuego del amor en nuestros corazones. El fuego del amor de Dios se enciende de nuevo cuando leemos Su palabra, la recibimos y cuando la ponemos en práctica. El fuego se enciende cada vez que recibimos a Jesús en la Sagrada Eucaristía. También se enciende de nuevo cada vez que nos arrepentimos de nuestros pecados en el sacramento de la reconciliación.
Te animo a que hagas una pausa, reflexiones y mires dentro de tu corazón. ¿Estás ardiendo de amor por el Señor? Seas cantante o no, ¿qué nuevo cántico de alabanza puedes ofrecer hoy a Dios desde tu corazón?
// Lani Bogart escribe desde Houston, TX, donde su esposo, sus cuatro hijos e hijas mayores y sus nueve nietos la aman tiernamente. Le encanta preparar buena comida, tocar las cuerdas del arpa.Ella prefiere sus flores frescas y sus velas con llamas vivas.